jueves, 10 de noviembre de 2016

Un poco sobre nosotros

Antes de todo me gustaría recomendar que si eres un purista en cuestiones de BDSM mejor no leas, seguramente no estés de acuerdo en mi forma de ver las cosas. Respeto todas las formas de ver el BDSM y, por favor, pido lo mismo. Para mí esto es una herramienta para hacer introspección personal sobre vivencias, creencias, emociones y, por qué no, si alguien que se pare a leer estos tostones quiere dejar un comentario para aconsejar, dar ideas, hacernos crecer, etc. bienvenido sea.
Dicho esto soy samara y ¿sumisa? Bueno según el diccionario ser sumisa es someterse y dejarse dominar por la fuerza de las circunstancias o por otras personas, aceptando, sin cuestionarlos, su autoridad y su voluntad. Sí soy sumisa, a veces, en determinadas circunstancias y con quien quiero.
Sión es mi Amo. Actualmente tenemos una relación que va más allá de sesiones BDSM, somos pareja y convivimos, lo que quizás haga todo un poco más complicado, o más simple, dependiendo del prisma con que se mire.

Al principio el BDSM se limitaba al sexo pero con el tiempo, necesitamos algo más. Para ello inicialmente me ha mandado completar una playlist. Una vez fijados los límites y preferencias en cuanto a las prácticas hemos creído conveniente utilizar un sistema de semáforo donde naranja significa “ten cuidado que estoy llegando al límite” y rojo significa “para”. Considero que muchas playlists se quedan un tanto escuetas si lo intentamos extrapolar a la cotidianidad del día a día (la que yo rellené no era una excepción). De momento, no deseo un 24/7, al margen de que dicha definición como tal no creo que sea posible en una relación de convivencia continua con una persona. Sin embargo, sí me gustaría experimentar el hecho de tener algunas normas en el ámbito cotidiano bien delimitadas. He estado leyendo en varios foros y blogs sobre el 24/7, la servidumbre, la doma, etc. (me gustaría aprovechar para agradecer a todas las personas que escriben estos posts de forma pública porque realmente pueden ayudar bastante y solucionar muchas dudas). Sión ha dejado la pelota en mi tejado (espero que de forma provisional) acerca de en qué me gustaría que me controlaran en el día a día o qué actitudes o “protocolos” me gustarían al margen del sexo. Por favor, si encontráis una playlist sobre esto, no dudéis en dejar un comentario (supongo que es algo tan amplio y personal y hay tantos niveles que debe ser complicado realizarlo). El hecho de que me pregunte qué quiero me hace dudar. No sé si es porque tiene poco interés, porque es pereza de buscar y hacerme una lista con las cosas que le gustarían o si es porque quiere que sea yo misma quien decida para que luego no pueda quejarme con las consecuencias si incumplo o desobedezco. Sea como fuere es algo que me intriga y estoy deseando iniciar...  

2 comentarios:


  1. Cada persona tiene sus propios interrogantes y sus propias obsesiones. Una de las mías es tratar de entender el vínculo D/s, porque a pesar de darle una y mil vueltas, es el día de hoy que no logro terminar de encasillarlo definitivamente, aunque estoy mucho mas cerca de considerarlo un juego de roles que cualquier otra cosa.

    Parto de la base que nadie es superior a nadie. Parto de esa base porque es en lo que yo creo. Para mí lo natural es la igualdad, entonces no tengo manera de explicarme una relación de roles asimétricos si no la asocio a un modelo de reglas “no naturales”, que por simplicidad, y porque no se me ocurre una palabra mejor, denomino juego.

    Como escribí en algún otro post, las personas permanentemente estamos jugando roles en la vida diaria, ejemplo el rol de jefe. A algunas personas les resultará muy natural reñir a alguien, pero para mí tiene todo un conflicto interno porque no creo que reñir sirva para algo y de hecho raras veces lo hago. Lo mío es explicar qué me pareció mal y nada más. Por eso las pocas veces que reñí a alguien tuve que hacerlo desde un rol que no siento. De todas formas reconozco que hay personas que son “hijos del rigor” y que necesitan ser “puestos en vereda” de vez en cuando, aunque esto no viene al caso. Lo que quiero decir es que todos jugamos roles como una parte natural de la vida.

    ¿Pero cuándo se está actuando? Cuando se siente que lo que se dice o lo que se hace no es lo que se haría naturalmente en esa circunstancia en una situación de total libertad.

    Para mí no es natural que nadie se arrodille ante mí, ni yo ante nadie, salvo ante Dios, por lo tanto necesito ser consciente que estoy dentro de un juego porque de otra manera no podría permitir que una sumisa se arrodille frente a mí, más allá que la sumisa lo haga porque a ella le gusta y no porque a mí me guste.

    Seguramente las personas que no consideran esto como un juego pensarán o sentirán como lo más natural de mundo que alguien l@s llame Am@ y se postren ante ell@s. Cada uno es como es.

    Otra cosa que me dice que se trata de un juego, es que los roles se pueden mantener solamente en condiciones favorables, ante cualquier problema serio los roles desaparecen. No me imagino, por ejemplo, a una sumisa pidiéndole permiso a su Amo en medio de un accidente automovilístico.

    Como decía, las personas jugamos roles cada día. El rol de jefe, el rol de padre, el rol de esposo, etc. No se trata de estar fingiendo con los empleados, con los hijos y con la esposa, porque sino toda la vida sería una gran mentira, se trata que uno no actúa exactamente igual con todos. Uno trata de adaptarse a las necesidades del otro, de la misma forma que el otro trata de adaptarse a las nuestras y quizá la necesidad de un hijo hace que uno muestre su arista más optimista cuando las cosas realmente no están bien, mientras que con la esposa puede mostrar su arista más realista.

    Con todo esto quiero decir que cuando hablo de juego y hablo de roles, no estoy hablando de cosas sin importancia, ni menospreciando nada.

    El juego sexual tiene una significación relevante entre los seres humanos, lo cual no invalida que su abordaje en ciertos casos necesite de reglas poco naturales. Alguien podrá decirme que las D/s no son sólo un juego sexual. Es cierto, las D/s son para mí una forma de relacionarse que se caracteriza por la sesión temporal de ciertas libertades, pero como para mí no es natural ceder esas libertades, sólo puedo aceptarlas en un marco lúdico.

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    1. Estamos de acuerdo. Hay muchas formas de entender el BDSM y todas son respetables, pues parten del principio de ser consensuadas. Gracias por el comentario!.

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