jueves, 3 de mayo de 2018

Pajas mentales


Hay una cosa que me tiene hecha un lío. He leído en muchos sitios que cuando un Am@ castiga a su sumis@ tiene que ser algo que no le guste puesto que el objetivo es modificar ese comportamiento. Bien, normalmente se hace uso de dos cosas, el castigo positivo (algo que consideramos como malo pasa como consecuencia de esa conducta) y/o el castigo negativo (se nos priva de algo que nos es considerado como bueno). En esto no tengo duda ninguna, es algo que a veces se aplica incluso en relaciones “vainilla” (no me gusta nada esa palabra pero así se entiende rápido) aunque no se haga de forma consciente. Ahora bien, pongámonos en una situación donde se pretende modificar o mejorar una conducta y se opta por algo que, hasta cierto punto, es placentero. Digo hasta cierto punto porque por ejemplo a mi me puede gustar mucho comer chocolate pero si me obligan a comer dos tabletas de una sentada probablemente acabe encontrándome fatal... Lo mismo me pasa con el spank, el hecho de que, por ejemplo, estar en posición de OTK mientras me regañan a la par que me va doliendo el culo cada vez más me resulta excitante a la vez que bochornoso... Además de que el dolor en un grado elevado no me gusta. Me leo y alguien puede decir que es algo totalmente contradictorio, no sé, seguramente sí, pero es lo que siento ahora mismo. Es esa contradicción últimamente me genera un conflicto interior y ¿por qué? Parece un absurdo... pero es algo de lo cual tengo dudas. ¿Sería en ese caso efectivo como correctivo o entraríamos en una “azotaina erótica”? La gran mayoría de personas a las que les he preguntado no han vacilado en responder que sería una azotaina erótica, sin embargo, hay una parte de mí que no lo ve totalmente certero. Me explico, parte de la situación me atrae puesto que me excito, otra parte no y, ademas, me están haciendo sabedora explícitamente de que tengo que modificar esa conducta o la próxima vez el castigo puede ser más agrio que agridulce. A eso le añadimos que posiblemente la excitación puede que no termine en orgasmo y eso de dulce tiene más bien poco.  Por otro lado... ¿este tipo de “castigos” puede llevar a “buscarlos” en futuras ocasiones? Puede ser, quizá el desasosiego que produce la incertidumbre, el jugar con fuego o el medir los limites es como la adrenalina que se segrega en las emociones fuertes. Como las montañas rusas que te ponen el estómago del revés y, sin embargo, te vuelves a montar.
He leído que hay personas a las que le produce "placer" la situación de ser castigad@s en parte por la atencion recibida o porque les hace sentir cuidad@s, desead@s, etc.
En definitiva, si alguien quiere responder a este despropósito mental leeré con atención y si no, en algún momento pondré en orden mis pensamientos. 

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