martes, 1 de agosto de 2017

Intensa-Mente

Llevo muchos años imaginando situaciones, fantaseando acerca de cosas que me gustaría que pasaran, otras que tenía claro que no iban a suceder. A veces no es pura fantasía si no la idealización de situaciones por las que pasar. Imaginando segundo a segundo, sentimientos, pensamientos, entorno... todo tan detallado como si pudieses vivir una película que puedes rebobinar y adelantar a tu antojo. Esto me genera placer, mucho placer pero, he llegado a la conclusión de que no hacerlo o hacerlo poco, es mejor. ¿Y porqué? Pues porque cuando has imaginado tantas veces una situación con sus múltiples variantes, cuando llegas a ella, nunca es tan intensa como pensaste. Mi trabajo es estresante, pasamos por situaciones vitales por las cuales lo anteriormente citado es un arma para perfeccionar tus actuaciones y adelantarte a los acontecimientos, para que, llegado el caso, no te sorprenda nada, los nervios no te traicionen y puedas ofrecer servicios de mejor calidad. Sin embargo, en situaciones reales me lleva a pensar que lo iba a vivir con una carga sentimental más importante, cosa imposible si tu mente se ha acostumbrado a ello. Aunque en ocasiones sea una mezcla de sensaciones con matices desagradables me gusta pasar vergüenza, estar en tensión, la incertidumbre, las cosquillas que te produce la adrenalina en el estómago cuando pasas por una situación estresante... Y es por esto por lo que voy a darle el alto a mis pensamientos, para sentir más intensamente.


 Imagen relacionada

No hay comentarios:

Publicar un comentario